Un mes para compartir el teatro
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Esta iniciativa del Ayuntamiento de León para sacar la cultura a los barrios y a la periferia de la ciudad incluye cuatro espectáculos teatrales en la Casa de Cultura de Armunia. El primero es este domingo 4 de noviembre sobre un adicto a la tecnología.
HOMO SMATPHONUS (Anticiclón Clowns)
Domingo 4 de noviembre a las 18 horas.
El protagonista de esta historia es un hombre de nuestro tiempo. Adicto y dependiente de las nuevas tecnologías, Amador De Lobello busca una felicidad codificada entre ceros y unos. Un buen día se atreve a quedar fuera del ciberespacio con una novia para irse de picnic. Afortunadamente, su móvil tiene instalado un navegador que le permitirá encontrar el lugar de la cita sin problemas. Pero, ¿qué pasaría si se agotara la batería? Y si consigue llegar a la cita, ¿será capaz de encontrar el camino del amor verdadero sin la ayuda de Google Maps
ME LO CONTABAN EN CASA (Carlos Alba Cellero)
Domingo 11 de noviembre a las 18 horas.
Carlos Alba Cellero sigue investigando en la traslación escénica de la tradición oral. En esta ocasión acerca a los niños y niñas mayores al mundo de las retahílas que cuentan, las canciones que narran, a un imaginario popular que transmite desde el manejo corporal y vocal, representando gigantes, enanos, animales… Utilizando además la técnica del títere y recuperando el cancionero tradicional infantil.
RECREO (Títeres sin Cabeza)
Domingo 18 de noviembre a las 18 horas.
Esta es la historia de Telma, una gran aventurera que solo piensa en encontrar tesoros perdidos en lugares remotos junto a su amigo Luís a la hora del recreo. Y… ¿qué pasa con el bocadillo? A la pequeña intrépida no le da tiempo a comérselo o no se lo quiere comer. O, peor aún, se lo quitan. Porque ella vuelve todos los días a casa hambrienta. Por eso su padre está tan preocupado… como ya no se acuerda de cómo se buscan los tesoros…
DE QUÉ HABLAN LOS RATONES (Maisa Marbán)
Domingo 25 de noviembre a las 18 horas.
Bajo una seta, en una tarde de otoño, Rat y Onin charlan de las cosas que les gustan. ¿Te imaginas sobre qué pueden hablar dos alegres ratoncitos de campo? Imagina, imagina… porque no solo les preocupa el queso, el gato o el ser humano. Les encanta jugar, descubrir y soñar con lo desconocido.
