Sesiones de fotos en confianza. Virado Studio estrena estudio en La Palomera.

Personalidad y buen gusto. Así podríamos resumir lo que es Virado Studio, el estudio de fotografía de Virginia Aguado que acaba de estrenar local en La Palomera, al que se muda después de más de un año junto a la Catedral para mejorar el acceso y el servicio a sus clientes.

La creatividad ha estado siempre muy presente en la vida de esta fotógrafa leonesa, una apasionada por el trabajo que realiza. Encontró en las instantáneas el mejor modo de demostrar su arte y después de formarse y trabajar fuera, regresó a León en 2015, cuando comenzó a dar forma al proyecto con el que siempre había soñado, ese Virado Studio que hoy es una realidad.

El camino del emprendimiento no ha sido fácil y durante dos años estuvo trabajando en el salón de su casa, pero el esfuerzo dio sus frutos y logró abrir un primer local en la calle Sierra Pambley. Un lugar encantador en un enclave único, pero del que se ha despedido para trasladarse hasta el Paseo de Quintanilla y facilitar el acceso en coche a quienes demandan sus servicios.

Ahora podrán encontrarla junto al Hotel Infantas de León, cerca de una zona verde y en un local lleno de luz prácticamente hasta que se hace de noche.

Virginia está especializada en imagen corporativa para empresas, eventos y conciertos, pero también se dedica a la fotografía de boda e infantil, algo con lo que disfruta mucho. Trabaja para marcas de ropa, como Banabaloo, y hace sesiones a niños, niñas y familias. “Soy una persona muy emocional –confiesa- así que al menos sé que la gente que contrata mis servicio se siente cerca de mí, eso nos da mucha confianza y soltura a la hora de realizar las fotos”.

Y es que esta fotógrafa es una enamorada de la espontaneidad. Nos cuenta que su objetivo es que el día de mañana, cuando las familias vean estas fotos, puedan trasladarse al momento en el que las hicieron y lo recuerden como algo de verdad, no forzado. De hecho, asegura que no le resulta complicado fotografiar a los más peques porque su máxima es la naturalidad, no busca que miren a la cámara sino que les deja ser ellos mismos y así lo único que tiene que hacer es congelar el momento; eso sí, con muy buen gusto.

Ofrece la posibilidad de hacer las fotos en el estudio o en exteriores y dispone de diferentes paquetes para todos los bolsillos. La opción de captar los momentos al aire libre le gusta mucho porque considera que, además de llevarse un reportaje que les acompañará siempre, supone una experiencia para disfrutar en familia.

Cuando el trabajo es dentro del estudio, prepara decorados sencillos y personalizados. “Las flores naturales, el blanco y la madera son mi debilidad e intento combinar estos tres complementos de mil maneras diferentes; no me gusta recargar los escenarios porque al fin y al cabo los protagonistas son ellos”, explica Virginia.

Para conocer más su trabajo, lo mejor es dejar que hablen sus fotos:

Virado Studio está en Paso de Quintanilla 15, en el barrio de La Palomera.

Puedes conocer más sobre ellos en su página web o siguiéndoles en su cuenta de Instagram o en Facebook.

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