¿Se puede visitar las Cuevas Menudas con niños?
Rutas con niños
No podíamos dejar de visitar un lugar con un nombre como el nuestro, así que nos hemos ido a hasta las Cuevas Menudas para descubrir si son un plan al que se puede acudir con niños y cómo realizar la visita en el caso de ir en familia.
Es un lugar en el que hay que prestar mucha atención y no se puede dejar a los peques (sobre todo si son muy peques) totalmente libres, así que no es de los planes que más nos gustan, pero os damos la información para que podáis decidir.
¿Qué son las Cuevas Menudas?
Las Cuevas Menudas son una serie de oquedades artificiales practicadas en las laderas del otero en el que también se encuentran los restos de la gran ciudad astur-romana de Lancia, y cuya cronología ha sido establecida entre los siglos VIII y X. Fueron empleadas por ermitaños de época altomedieval para orar y retirarse del mundo y, además de estas, existen otras similares en las proximidades.
¿Se pueden visitar? ¿Hay horarios?
Las Cuevas Menudas fueron declaradas Bien de Interés Cultural en el año 1985 y en la actualidad son accesibles y visitables gracias a una inversión del Instituto Leonés de Cultura y del Ayuntamiento de Villasabariego. El acceso es libre y gratuito, a cualquier hora del día, pero es necesario extremar el cuidado dada la altura de las mismas y el tipo de terreno arcilloso de la zona.
¿Cómo se llega hasta las Cuevas Menudas?
El acceso más fácil a ellas es desde Villafañe (a la salida de este pueblo hay que tomar el desvío a Villasabariego, y antes de este, tomar a la derecha un camino señalado con el cartel «yacimiento arqueológico de Lancia»), pero quienes deseen ver antes los vestigios de la ciudad de Lancia pueden acceder desde la autovía León-Valladolid (A-60), en la salida ‘Villamoros’ y después seguir las indicaciones del yacimiento (es importante, una vez tomada esa salida y hecha la rotonda, tomar la pista de la izquierda, no de la derecha).
¿Es un plan para realizar con niños?
La mera existencia de cuevas es algo que suele fascinar a los más pequeños. Si, además, conocen la historia de que cierta gente, hace mucho tiempo, usaba estos lugares como vivienda les resultará todavía más atractivo. Pero hay que tomar ciertas precauciones a la hora de visitarlas y no dejar solos a los niños pequeños ya que podrían resbalar. El tramo por el que se camina está protegido por una barandilla de hierro pero con espacios de grandes dimensiones, por lo que no hay que despistarse.
No se puede acceder con silla de paseo ni tampoco es recomendable el porteo ya que hay zonas en las que el camino se estrecha por las que será difícil pasar.
Es un paseo corto pero si son demasiado peques u optáis por no acceder hasta las cuevas, también existe un mirador en el cerro situado enfrente, que incluye señalética con cartelería explicativa, y desde el que se aprecia una fantástica vista de este lugar. Observar los restos de la ciudad de Lancia y descubrir que otros moradores estuvieron aquí antes de nosotros y jugar a imaginar cómo podía ser su vida siempre es un buen plan para comprender mejor la Historia.