Sandra Valdueza (Abacus Innova): "Aprender a resolver retos es necesario hasta para escribir un libro"
EntrevistasSandra Valdueza es la cara más visible de Abacus Innova, aunque ella misma reconoce que nada sería la empresa sin todo su equipo. Desde que la montó en 2012 junto a su hermana han llegado a 35 colegios de León y Zamora, cuentan con 20 profesores y alrededor de 1.000 alumnos. Sandra es ingeniera y se define como una persona activa, práctica y a la que le gusta cambiar de proyecto. Cuando decidió volver a León después de años trabajando en Madrid, tenía un objetivo muy claro: aportar algo nuevo a la sociedad y a la educación en León. Y, sobre todo, ofrecer a los niños herramientas para la vida, que sepan enfrentarse a problemas y solucionarlos utilizando su imaginación y su potencial cerebral. ¿Y eso cómo se hace? Según explica Sandra, con entrenamiento, entrenamiento y entrenamiento. Para ello ofrecen dos métodos, uno en el que los alumnos aprenden a realizar operaciones con el ábaco japonés y otro de Lego Robotix.
En cualquier actividad para niños aparece la palabra creatividad. ¿Por qué es tan importante?
Porque la creatividad influye en el cerebro en la generación de ideas y hoy destaca la persona que tenga buenas ideas, tanto para el trabajo, como para estudiar, como para comunicarse… el que sea diferente. La creatividad no es únicamente pintar bien, pero sí está relacionado porque es una actividad en la que se uitliza el hemisferio derecho y la creatividad se desarrolla entrenando este hemisferio. En general, en los colegios y en la sociedad en la que vivimos se potencia más el hemisferio izquierdo y el derecho queda en un segundo plano. Si no haces ninguna actividad que estimule el hemisferio derecho, como es la música, trabajar con las dos manos… ocurre que todo el pensamiento holístico, la creatividad, la reflexión… no se estimulan.
Vuestros alumnos trabajan siempre manipulando objetos, ¿qué les aporta?
Trabajar con las dos manos es esencial. Toda nuestra metodología es lúdica, a través del juego los niños aprenden porque la ansiedad decrece y las ganas de aprendizaje aumentan. Y es muy importante que trabajen con las dos manos porque cuando lo haces se activa el córtex cerebral y empiezan a potenciarse las redes neuronales y a estar activos los dos hemisferios.
Explícanos brevemente en qué consisten vuestros dos métodos
En primer lugar, el UCMAS, que son siglas en inglés correspondientes a Universal Concept of Mental Arithmetic System. Se basa en el entrenamiento cerebral a través del ábaco japonés. Con este instrumento ancestral los niños aprenden a sumar, restar, multiplicar y dividir. Con él potenciamos la atención, la concentración, la memoria auditiva, la memoria a corto plazo y conseguimos algo que está muy de moda, que es el mindfulness, pero en vez de relajación, un mindfulness activo en el cerebro. Cuando los niños realizan esta actividad, únicamente están pensando en utilizar correctamente el ábaco y en hacer todas las dinámicas. En una hora que dura la sesión realizamos seis o siete dinámicas, en las que trabajamos también la neuróbica la memoria la concentración y la agilidad cerebral. Vamos cambiando de dinámica porque lo que queremos conseguir es máxima concentración en el menor tiempo posible. Con este método mejoran en matemáticas pero también la autoestima y la confianza porque se ven capaces de hacer operaciones muy rápido y sin usar el lápiz. Luego esto se entrena para que el ábaco físico se quite y ellos lo hagan de forma mental, imaginando las fichas.
Lego Robotix es un método en el que trabajamos, a través del juego, las habilidades que se requieren hoy día, como son el trabajo en equipo, la comunicación, la resolución de retos, el liderazgo y aprender a pensar. Son dos métodos complementarios porque en el de UCMAS trabajamos en grupo pero de forma individualizada y en este, sí o sí, es trabajo en equipo. A través del juego los niños van aprendiendo sobre conceptos de ciencia, tecnología, programación, se potencia la orientación espacial, que entiendan qué es un procesamiento lógico y todas las fases para programar un robot. El reto del profesor es mantener siempre la motivación para que aprendan. Si hay un niño que quiere más, se lo podemos dar con otro reto. Lo que hacemos siempre es lanzar una pregunta, piensan, proponen hipótesis y comprueban. Los robots les llaman mucho la atención pero yo siempre digo que es mucho más, incluso hacemos animación a la lectura creando cuentos específicos a través de los robots.
¿Cómo veis a vuestros alumnos en cuanto al miedo al error?
El nivel de frustración es muy bajo, cada año lo notamos más. Cuando no consiguen algo a la primera se enfadan. Es algo que hay que trabajar con mucha paciencia. Nosotros siempre utilizamos el refuerzo positivo, nunca hay un ‘no lo puedes hacer’ sino un ‘prueba’. De hecho, en UCMAS no se tachan los resultados incorrectos, se circulan simplemente para que el niño sepa que lo tiene que volver a hacer. No es un error, es advertencia, porque para nosotros que se confundan es una oportunidad para mejorar.
Durante mucho tiempo hemos vivido encasillados en dos bloques, letras o ciencias. ¿Hemos avanzado en esto?
Yo estoy luchando por ello, siempre insisto en que las dos son igual de importantes y que hay que desarrollar ambas y aquí entra también el tema de niños y niñas. En Lego Robotix en Infantil y hasta tercero de Primaria tenemos niños y niñas por igual. A partir de 4 de Primaria baja mucho y estamos en un 80%-20%. Les preguntamos y nos dicen que otras compañeras van a otras actividades o que como no van a estudiar Ingeniería no hace falta. Pero aprender a resolver retos no es solo para Ingeniería, es necesario hasta para escribir un libro.
Vuestros métodos se llevan a cabo a través del juego, pero hay quien dice que al colegio o a una academia no se va a jugar.
En mucho colegios utilizan la gamificación para enseñar diferentes asignaturas a través de escape romos, gymkanas… ¿Por qué no? Son niños, lo que más les gusta en la vida es jugar. En Infantil es todo juego, juego, juego y cuando llegan a Primaria se encuentran sentados en una silla mirando hacia delante y sin poder levantarse. Se pretende que estén 8 horas sentados cuando a nivel fisiológico están creciendo y quieren saltar, moverse, que sea divertido… Muchos profesores siguen enseñando para adultos pero hay que empatizar con los niños, ponerse a su nivel, a su altura… ¿Qué recuerdas tú de la escuela? El juego, el recreo, algo divertido, ¿qué mejor que se acuerden de la fotosíntesis haciendo un juego? A la escuela se va a todo: a jugar, a aprender, a divertirse y a descubrir. Y el juego es descubrimiento, les permite pensar por ellos mismos porque cuando juegas tienes que pensar y espabilar porque no quieres perder.
¿Están cambiando las cosas dentro de las aulas?
Sí, nuestro sobjetivo es que llegue a todos y por eso nos estamos involucrando mucho en formación a profesorado a través de los CFIEs (Centros de Formación del Profesorado e Innovación Educativa) y a través de la Junta de Castilla y León somos empresa adjudicataria para formar a profesores de Primaria para que utilicen robots dentro del aula.
¿Qué os enseñan a vosotros aquí los niños?
Sobre todo, a no perder la emoción del descubrimiento. Son muy curiosos y es algo que yo intento transmitírselo a los padres para que no dejen que eso se pierda. Esa inocencia y esa emoción que tienen y que de adultos la escondemos porque parece que no podemos sorprendernos, llamar la atención, reírnos… Esa espontaneidad hay que mantenerla.
Trabajáis con retos, elaboran hipótesis, comprueban… Y luego tienen que defender su trabajo. ¿Cómo trabajáis este aspecto?
En el método Lego Robotix los niños construyen y tienen que explicar por qué y cómo lo han hecho. Lo explican a sus compañeros en clase y una vez al año a los padres en una jornada de puertas abiertas. Es un entrenamiento para que desde pequeños rompan ese miedo a hablar en público, a expresar sus opiniones. Además, tienen que aprender a negociar y llegar a acuerdos porque dentro de un grupo les pedimos una única solución al reto que les planteamos. Por ejemplo, les planteamos la situación de una persona que no puede caminar y necesita una silla de ruedas y tienen que construirla. Les vamos guiando y cada uno hace la suya, pero después solo pueden presentar una así que tienen que negociar. Es muy interesante observarles, vas viendo cómo se comunican, utilizando palabras que oyen a los adultos, algunos también se enfadan, claro…
¿Cuál es el papel del profesor?
Facilitar el aprendizaje. El 90% son profesores licenciados, tienen el grado de Educación y tienen formación complementaria, su papel es que los alumnos descubran y no imponer en ninguno de los métodos. Es uno más, se sienta en el suelo, se levanta… pero no deja de ser la persona que marca la autoridad y los límites. Por mucho que haya juego, no se pierden los límites, no se pierde el orden y no se pierde el respeto.
Además del curso, ¿qué otros talleres ofrecéis a lo largo del año?
Además de los dos métodos, hay cinco momentos en los que ofrecemos talleres especiales: durante la primera semana de septiembre, Navidad, Carnaval, Semana Santa y verano, cuando celebramos nuestro campamento. Los cuatro primeros son en la academia y el de verano es un campamento muy completo que realizamos en el Colegio Leonés junto a la Fundación Cello León. También colaboramos en los campamentos de Guheko y este año vamos a trabajar con Casa Botines.
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Este artículo ha sido elaborado con la colaboración de