Las curiosas y entretenidas cabañas de La Candamia

La Candamia, ese gran pulmón de la ciudad de León, nos ofrece una amplia extensión de terreno donde disfrutar de la naturaleza sin salir de la ciudad. Tenemos a nuestra disposición numerosos caminos para hacer rutas y deporte, además de una gran extensión verde en la que hacer un picnic y pasar la tarde. Os vamos a enseñar una ruta muy sencilla para hacer con niños, un corto paseo pero bonito en el que además van a encontrar singulares construcciones elaboradas con elementos naturales y reciclados.

Hace tiempo estaban aquí lal llamadas Casa del Chamán y la de Tiba Binchy, unas cabañas hechas con palos pero que desaparecieron. En su lugar tenemos ahora otras estructuras mucho más elaboradas y que encantarán a los peques.

Cómo llegar

Si vamos en coche, lo primero que tenemos que hacer es aparcar fuera del parque y entrar por cualquiera de los accesos. Tomaremos la pista de tierra que va siguiendo el río en su misma dirección (y que deja el chiringuito a la derecha) hasta encontrar el primer puente que sobrepasa el Torío. Nada más terminar el puente giramos a la derecha y seguimos la senda que se abre ante nosotros. Simplemente tenemos que seguir todo recto, siempre por el camino más próximo a la ribera.

El terreno es sencillo pero no apto para circular con silla de ruedas o de paseo pues encontraremos troncos caídos y zonas estrechas. Cada cierto tiempo podemos asomar al río en pequeñas zonas con piedras y arena.

Nada más dejar el puente ya encontramos una zona con mesas pintadas y bancos en los que sentarse a tomar algo, jugar o conversar. En una de ellas hay incluso un ajedrez elaborado con piedras. También hay un pequeño chozo. Después encontramos la Casa de Juan, que lleva el nombre del hombre que ha dedicado su tiempo a construirla. Se puede entrar y curiosear por todos los detalles que tiene esta construcción. Al lado hay otro terreno con otra morada y justo al lado hay una pequeña casa sobre un árbol a la que se accede por unas escaleras elaboradas con troncos y que tiene también un columpio.  Es espectacular lo que ha hecho con piedras, palos y material reciclado.

Si continuamos caminando por la senda que trascurre junto al río encontraremos más construcciones. Una de ellas está sobre un árbol y es una pequeña cabaña en la que hay juguetes en su interior . También tiene un columpio.

Algo más adelante aparece una nueva cabaña, esta sin techo, pero muy divertida. Además, para acceder hay que pasar por un puente elaborado para ello a base de troncos.

Merece la pena seguir hasta el final del camino y disfrutar de la sombra y el frescor del río, sobre todo cuando hay días de mucho calor.

Una vez que hayamos visto las cabañas continuamos el camino hasta que encontremos el siguiente puente. Cruzamos de nuevo hacia el otro lado del río y regresamos a nuestro punto de partida junto a los huertos que el Ayuntamiento de León tiene habilitados para uso de las personas mayores.

Es una ruta corta y sencilla (unos 2 kilómetros entre ida y vuelta), pero entretenida y en la que nos olvidamos completamente de que estamos en la ciudad, adentrándonos completamente en la naturaleza.