Los deberes para Bill y Lula y los buenos ratos en familia

“Aprender es una aventura y así lo tienen que vivir”. Lo dice Sandra, la responsable de Bill y Lula, donde durante el curso escolar se encargan de echar un cable a las familias para quitarles la carga de los deberes y evitarles todos los conflictos que se derivan de ellos.

Lo hacen a través de grupos muy reducidos (cinco niños máximo) para garantizar una atención personalizada, pero, sobre todo, para lograr un ambiente de calma en el que trabajar sea agradable y satisfactorio. El objetivo es que salgan de aquí con el trabajo hecho y con tiempo y ganas para disfrutar en familia.

Este centro está basado, precisamente, en la filosofía del slow parenting y su lema –Un lugar para crecer sin prisas– ya da una idea de lo que persiguen. Aquí les ofrecen un espacio en el que completar las tareas del cole, resolver dudas, mejorar algunas competencias y organizarse para afrontar mejor sus deberes.

Al estar en otro lugar que no es su casa y con otros compañeros que tienen que hacer lo mismo están más relajados y centrados y, sobre todo, sin las discusiones que se repiten en muchos hogares a la hora de hacer los deberes. “De la parte fea me ocupo yo”, comenta Sandra. Aunque, en realidad, logra hacerla bonita. Los que van a Bill y Lula quieren volver porque aquí encuentran respeto, confianza y seguridad. Se centran mucho en cuidar la autoestima de los peques para que ninguno piense que no es capaz.

Para eso lo primero que hacen al llegar es hablar. De cómo ha ido el día, de qué tal el patio, de sus amigos, de si hoy se sienten así o más bien asá. Porque a veces están más cansados o algo les preocupa y eso también es importante tenerlo en cuenta. Sandra se pone a su altura, les habla en su idioma y conecta con ellos de manera que luego es más sencillo que el trabajo fluya.

No se centra únicamente en que terminen los deberes sino en cómo aprenden, en qué les cuesta más, en cómo razonan o estudian algo, en gestionar su tiempo… En definitiva, en que el proceso de aprendizaje sea valioso y les sirva para toda la vida. Para ello no hay fórmulas mágicas universales, aunque Sandra opina que, precisamente, la fórmula mágica reside en encontrar la manera que le va bien a cada uno, pues no todos aprenden igual.

Servicios que ofrecen durante el curso escolar. Slow Homework y Slow Learning

Bill y Lula es un centro dirigido a edades entre los cinco y los 12 años y durante el curso ofrecen dos servicios: Slow Homework y Slow Learning. La base de ambos es la misma, pero el primero se enfoca en cursos de Primaria más avanzados y el segundo en los dos primeros cursos de Primaria, en los que todavía no tienen muchos deberes pero lo que adquieren en esta etapa será la base del resto de su vida estudiantil. El objetivo aquí es aportarles seguridad, ayudarles con el paso de Infantil a Primaria, familiarizarlos con las tareas y mejorar la lectoescritura, además de acompañarlos en las asignaturas que comienzan a recibir en inglés.

Muchos padres temen ese momento porque no se ven capaces, pero Sandra les quita presión. “Una cosa es saber y otra es saber enseñar”. Ella tiene la experiencia suficiente para saber por dónde llevar a los peques según las necesidades de cada uno.

Opinan las familias de Bill y Lula

Lo explican mejor las personas que ya han probado Bill y Lula. Hemos hablado con dos mamás que nos cuentan su experiencia:

Cristina, mamá de Leire (3º Primaria)

“ En el último trimestre de 2º de Primaria decidimos llevar a nuestra hija a Bill y Lula porque el momento de los deberes era una lucha con ella, le costaba concentrarse y, además, en casa con la hermana pequeña era más difícil, así que encontramos este centro y probamos. Me gustó mucho cómo se centraban en trabajar la autoestima porque me di cuenta de que en casa nos terminábamos enfadando y ella se sentía de menos en el cole. En Bill y Lula está muy a gusto y ha dejado de ver los deberes como algo tan negativo. Sandra es muy cercana y cariñosa con los niños, así que le transmitió confianza desde el primer minuto”.

Ana María, mamá de Saúl (2º Primaria)

“Buscábamos un lugar para que nuestro hijo aprendiera sin el ritmo frenético que nos impone esta vida que llevamos. Además del trabajo, tenemos a personas mayores a nuestro cargo y queríamos que nuestro hijo pudiera seguir avanzando a un ritmo más tranquilo que el nuestro, como corresponde a un niño. Vimos un día Bill y Lula y nos llamó la atención, pensamos que era justo lo que queríamos. Durante todo el curso pasado fue a hacer allí las tareas y estuvo encantado. También estuvo en el campamento de verano y ahora está desando volver a Bill y Lula. Si tengo que destacar algo de ellos es su absoluta profesionalidad, saben cómo tratar con los niños, cómo orientarlos y detectan cualquier problema que surge. No solo abordan las tareas del cole sino que van un poco más allá”