La niña búho y el fantástico viaje en balde de Ana Flecha

En algunos aspectos Ana Flecha (León, 1986) se hizo mayor antes que el resto de la gente de su edad. Con 16 años se fue a vivir a Flekke, un pueblo de Noruega de unos 200 habitantes, donde pasó dos años estudiando el Bachillerato Internacional con compañeros llegados de todo el mundo. “Era la primera vez que vivía fuera de casa, que ponía una lavadora o que decidía cuándo me iba a la cama”, cuenta. En otros, y por la misma razón, mantiene su mente abierta como la de los niños. Cuenta que con 12 años había estado ya en 12 campamentos, así que hacer la maleta y salir a ver mundo parecía ya marcado en su ADN. A Flekke volvería después también como profesora de español, y de toda aquella experiencia está bañada su actualidad. Su trabajo como traductora de textos del noruego al español. Sus Dos novelitas nórdicas (Mr Griffin), basadas en su experiencia en el país escandinavo y un libro infantil: La niña búho y el fantástico viaje en balde (Eolas Ediciones y Menos Lobos).

Este álbum ilustrado, que vio la luz hace unos meses, llevaba guardado en un cajón desde el verano en que terminó sus estudios previos a la Universidad. A su madre le encantaba y sí se había atrevido a enseñárselo a algún profesor de la carrera, pero poco más. “Siempre me daba un poco de reparo porque veía que era un poco raro, que seguramente no encajara en lo que se hacía y ahí se quedó hasta ahora”. Fue la casualidad la que rescató el documento. Cuando Miguel Riera, el editor de Menos Lobos, le comentó su idea de crear un sello infantil, ella se acordó de su niña búho. “Pues yo tengo uno”. Asegura que lo dijo en broma. Pero se publicó.

Volvió a dibujar las ilustraciones para acompañar el texto de entonces, del que le cuesta recordar cómo surgió. “Siempre me han gustado los juegos de palabras, así que seguramente todo saldría de uno porque hay varios en el libro” nos cuenta a través de videollamada desde Madrid, donde reside. 

La niña búho y el fantástico viaje en balde habla de una niña que es un poco búho y un poco diferente, que sueña con ver mundo e inicia un viaje en balde hasta Laponia buscando la oscuridad y que se encontrará algo bien diferente pero igualmente fascinante. Un libro hecho para disfrutar, alejado de los libros para tan habituales en la literatura infantil. “A mí nunca me han gustado las moralejas, las enseñanzas, ya de pequeña no me fiaba yo de ese tipo de libros y por eso tampoco quería escribirlos”, explica.

¿Y qué hay de Ana Flecha en la niña búho? “Supongo que todos los personajes tienen algo de mí, hasta la tía Aurora –persona gris y aburrida- también. “Yo soy muy sociable, pero seguramente tenga que ver con la niña en que me gusta observar y estar tranquila yo sola”, reflexiona.

Contenta con la acogida que ha tenido el libro, lamenta no haberlo podido presentar y hacer el cuentacuentos que tenía previsto en Navidad para darlo a conocer en León. Le encantaría, asegura, escribir otros textos para niños y niñas. Está segura de que para que lean lo que tienen es que estar rodeados de libros, ya sea en casa o en la biblioteca, a donde les lleven y «le dejen elegir». La niña lectora que fue tenía entre sus preferidos los libros de Sempé Gosciny sobre El Pequeño Nicolás, además del mundo mágico de Roal Dahl.

Esperamos verla pronto por León. Y que nos lleve de viaje en balde con su niña búho. “Si no es este año, pues el siguiente”, se resigna. Mientras tanto, podemos viajar a Laponia desde las librerías.