"He tratado de poner en este libro toda la magia que la naturaleza me sugiere y que aprendí a descubrir desde niña"

Entrevistamos a la escritora astorgana Mercedes G. Rojo para que nos hable de su libro La leyenda del gato maragato, un cuento ilustrado por Eva del Riego Villazala y editado por Lobo Sapiens. Una historia para compartir en familia. Para sacar el niño que todos llevamos dentro y disfrutar de un relato que nació bajo la magia de un cielo estrellado. Esto es lo que nos cuenta su autora. 

¿Quién es el gato maragato?

El gato maragato pretende ser uno de esos protagonistas heredados de la tradición literaria más clásica, a caballo entre el mundo animal y el humano, de los que comparte características. Un habitante de una de las comarcas de nuestro país cuyos paisajes nos envuelven aún en un profundo halo de misterio que nos hace sentir que cualquier fantasía puede, allí, hacerse realidad; donde el tiempo se para. Nuestro personaje es un gato fiel, juguetón y cariñoso, dispuesto a cualquier cosa por proteger a su ama de posibles peligros. Un héroe que enlaza muy bien con los de tantas y tantas historias populares de la tradición oral, algunos de los cuáles llegaron a convertirse en leyenda. De ahí el título. No es un cuento al uso, va más allá, hasta las lindes de las leyendas clásicas donde podemos encontrar a tantos personajes que viven entre la fantasía y la realidad, escondidos en lo más profundo de los bosques o de las aguas, qué aún hoy podemos ver, intuir o sentir en condiciones especiales. Ese es nuestro gato, un nuevo personaje de leyenda, que habita en el mundo infinito de las estrellas, y que ya ha sido visto por muchos.

¿Por qué has querido contar esta historia?

Esta historia surgió en una noche veraniega observando las estrellas bajo el cielo maragato y escuchando relatos sobre las constelaciones, esas historias heredadas de antiguas culturas que, sin embargo, nos han encandilado siempre. Para mí esta comarca, en la que he pasado muchas horas de mi vida, tiene tal magia que siempre me ha llevado a fantasear con situaciones fantásticas (o no tanto), con situaciones que podrían ser mágicas pero que podemos al mismo tiempo sentir como reales. Y así mirando al cielo surgió esta historia. ¿Que por qué? Porque es importante no perder nunca la capacidad de imaginar, de fantasear, y porque situaciones como las que se describen en la leyenda pueden invitarnos a compartir tiempos y espacios con las personas a las que más queremos, como lo hacía yo cuando mi padre se entretenían contándonos historias hasta altas horas de la noche. En realidad, este relato, como muchos otros de los que guardo en el cajón, son un homenaje a su persona y a esos filandones particulares con los que él nos deleitaba.

¿Qué intentas transmitir con ella a los niños?

Solo el amor por la belleza y la tradición oral. No es un relato con mensaje, exactamente, aunque en un momento dado – a través de las actividades y las sugerencias – podamos llegar a múltiples conocimientos de diferentes aspectos, cosa que por otro lado casi siempre podemos conseguir a través de una historia o de un libro a poco que los adultos prestemos atención a lo que se narra. Porque en todas, absolutamente en todas se reflejan aspectos de la realidad que rodea a las personas. Es mucha la belleza que se esconde tanto en las estrellas como en las historias que hemos heredado del pasado. Y éste es un nuevo relato escrito pensando en aquellas. Yo disfruté mucho al crearlo porque traté de poner en él toda la magia que la naturaleza me sugiere y que aprendí a descubrir desde niña. Esta historia pretende convertirse en uno de tantos momentos maravillosos para compartir con los que tenemos más cerca y que, aunque de forma invisible, van dejando su huella en nuestros corazones conformando los adultos que un día seremos.

¿A qué edades va dirigido?

Es un libro sin edad. No creo en las etiquetas. Considero que las buenas historias son de disfrute universal y más si beben de la fuente de lo tradicional. La historia surgió improvisadamente para un grupo de niños y niñas de entre cuatro y trece años, más el grupo de adultos que les acompañábamos. Luego fue repetidamente narrado en los filandones organizados desde la Red de Bibliotecas Municipales de León, fundamentalmente para público adulto. E incluso quedó entre la veintena de finalistas (de entre más de ochocientos relatos llegados de diversas partes del mundo)  presentados, en el XIV Concurso Internacional de Relatos de la Asociación Cultural Valentín Andrés, de Grado (Asturias). Creo que con eso ya lo digo todo. Es una historia intemporal para disfrute de todas aquellas personas que aún conserven en su interior aunque solo sea un resquicio de su alma de niño, de esa inocencia que aún nos permite sorprendernos y disfrutar ante historias sencillas. Podríamos decir que estamos ante un proyecto intergeneracional para disfrutar en solitario o en familia. Se le puede leer a los más pequeños, a aquellos que aún no dominan la habilidad de la lectura, o podemos leerla y disfrutarla, de motu propio, independientemente de la edad que tengamos. Solo tenemos que dejar que las palabras fluyan para despertar nuestra imaginación dormida, para lo que podemos contar con el estupendo empujoncito que las ilustraciones de Eva del Riego van sin duda a proporcionarnos. Y en este aspecto sí que tengo que comentar que éstas están triunfando también entre los más peque como entre los adultos.

El libro incluye una serie de actividades. ¿En qué consisten? ¿Qué se pretende con éstas?

Parte de mi vida profesional ha girado en torno al mundo de la animación a la lectura y otra muy importante en torno a la docencia de muy diversos campos, incluso la formación de adultos en diversas áreas profesionales. Y para mí los libros siempre fueron, aparte de un elemento de disfrute primordial, una forma de acercarse desde lo sentido a diversos temas de interés. Soy consciente de que unas lecturas llevan a otras, así ha sido en mi caso y así le está ocurriendo ahora a mi hija. Quizá por ello, cuando ya estaba con el proceso de edición del libro, me di cuenta de que a través de la historia de este gato maragato podía acercar a sus lectores a otros campos de conocimiento: el mundo de los maragatos, tan misterioso aún y con tantos aspectos por descubrir; lo que la presencia de los gatos ha supuesto en la literatura, en la tradición oral, en las antiguas civilizaciones; al igual que el mundo de las estrellas, que puede llevarnos desde lo más mitológico a lo más real; y, luego, una reflexión sobre los valores humanos que nunca está de más en un mundo que cada vez parece más deshumanizado. En este aspecto he ido recogiendo información que me ha parecido curiosa a través del ¿Sabías qué…?, y también he desarrollado una serie de actividades basadas en pasatiempos, en propuestas de la tradición y en otras que nos faciliten el acercamiento hacia los contenidos que implícitamente incluye la historia, basándome en el aspecto más lúdico, y desarrollando para ello un abanico de actividades que pueden hacerse de manera individual o en colaboración y teniendo en cuenta todas las edades. Podemos encontrar adivinanzas, sopas de letras, crucigramas, dibujos escondidos… Algunas se incluyen en el propio libro y otras las encontraremos en la página web del proyecto www.elgatomaragato.com , donde, además, irán creciendo a medida que nuestro recorrido avance, porque este gato surge con un espíritu viajero (al igual que el de los arrieros maragatos) con el que pretende irse enriqueciendo culturalmente a medida que vaya visitando lugares.

Mientras estabas escribiéndolo, ¿has contado con algún lector menudo que te haya ayudado en la tarea?

La verdad es que cuando decidí publicarlo ya contaba con la respuesta que la historia había tenido hasta ahora a nivel oral, momentos en los que ha participado público tanto adulto como infantil. Lógicamente, se han perfilado pequeños detalles para integrar más y mejor las ilustraciones con el texto. Pero poco más. Si que hemos tanteado la respuesta que tendrían ante las imágenes, por ver si resultaban para ellos tan atractivas como lo fueron para mí y los adultos a los que se las iba mostrando. Y el resultado fue muy optimista. Las ilustraciones realizadas por Eva del Riego tienen tanta fuerza que enseguida enamoran a todo el mundo, grandes y pequeños.

¿Resulta complicado escribir para niños?

Creo que depende de cómo te propongas hacerlo. Desde mi punto de vista y mi experiencia hay que tratarles con sumo respeto, pero sin ñoñerías. Cuando son muy pequeños tienen dificultad en pronunciar las palabras, pero no tienen por qué tenerlas en cuanto a su comprensión. Por eso hay que escribir para ellos normalmente. Utilizando el lenguaje adecuadamente, eso sí, con estructuras sencillas, que tengan un cierto ritmo en los primeros años para facilitar su atención. Nada de abusar de los diminutivos, ni de vocablos que no se corresponden con el lenguaje real. Creo que es importante que entren en contacto con la riqueza del lenguaje cuanto antes. Y que las historias que lean les lleven siempre un poquito más allá, que despierten su curiosidad, sus ganas de seguir leyendo, de descubrir. Lo que hoy consideramos como clásicos de la literatura infantil y juvenil no son historias ñoñas. Algunas de las que más han triunfado a lo largo de los tiempos ni siquiera fueron pensadas específicamente para lectores específicamente infantiles, porque las buenas historias no tienen edad. Particularmente creo (y creo que no soy la única) que las buenas historias infantiles son aquellas que también son capaces de hacer sentir a los adultos, de hacerles disfrutar de la misma, de las imágenes que nos transmite,… Este criterio es también el que nos permitirá ir formando lectores críticos para el futuro que vayan acercándose a la literatura sin que se produzca un hartazgo de la misma, porque la evolución irá haciéndose de manera natural. Y lo mismo ha de ocurrir con las ilustraciones que están formando el gusto artístico de quienes las disfrutan. Por eso, al escribir para población infantil hay que huir de los tópicos. Y a eso es a lo que aspiro.

Una vez publicado, ¿has tenido ya respuesta por parte de los lectores? ¿Qué te han contado?

Aún estamos dando los primeros pasos, pues ni siquiera llevamos un mes en el mercado. Sabemos de algún caso en el que el libro se ha convertido ya en la historia favorita que hay que leer todas las noches antes de ir a la cama. Y como anécdota te diré que el otro día una madre me comentaba que compró el libro porque su hija se enamoró de él. Vio la portada y le gustó tanto que le dijo muy seria “Mamá, por favor, tenemos que comprar este libro”. Era la primera vez que le pasaba algo así y estaba muy, muy sorprendida. Así que le hizo caso. Estaban deseando llegar a casa para leerlo juntas. Espero que en breve me lleguen noticias de si la historia le ha gustado tanto como la portada, aunque casi estoy segura de que sí. En principio las reacciones a primera vista están siendo muy positivas. Y aprovecho para recordar que tenemos una web que quiere ser muy, muy participativa así que desde aquí invito a mamás y papás (por aquello de que necesitamos su permiso expreso para la publicación del posible material que puedan aportarnos los menores) a enviarnos, a través de la misma, dibujos, comentarios u otras propuestas que hayan surgido entre sus hijos e hijas tras la lectura de esta Leyenda del gato maragato.

(Las ilustraciones que aparecen en este artículo son algunas de la que aparecen en el libro y que han sido elaboradas por Eva del Riego Villazala).

Puedes descubrir más sobre La leyenda del gato maragato en su página web.