Emma Sánchez: "Los niños me enseñan a vivir"
EntrevistasDetrás del libro de reciente publicación Tilo Cocodrilo hay una persona que, según ella misma explica, es feliz rodeada de gente bajita. Es Emma S. Varela y seguro que muchos de vosotros la conocéis. Nació en Salamanca en 1987, pero vive en León desde que tenía nueve meses. Distribuye su tiempo entre su trabajo en una Escuela Infantil, animaciones con la Asociación Ilusioneta, colaboraciones en un programa infantil con La8TV y cuentacuentos en las bibliotecas municipales. Ha puesto guión y protagonista a cuatro espectáculos con música clásica y tiene cuatro libros publicados (Leonino, el topo de la Catedral de León, Sara y el ramo leonés de Navidad, Froilán y el lobo y Tilo Cocodrilo).
Además de cursar la carrera de Psicología, confiesa que miles de pájaros rondan su cabeza y, por lo pronto, en marzo de este año verán la luz dos obras más con una editorial asturcántabra.
Charlamos con ella para conocerla un poco más.
¿Qué te aporta la gente bajita de la que te gusta estar rodeada?
No sabría deciros lo que no me aportan. Son, (salvo momentos muy concretos), alegres, cariñosos, espontáneos… Me aportan, principalmente, sus ganas de vivir, de curiosear, de amar…
Por todo lo que haces, se nota que no has perdido tu visión de niña, que sigues conectando con ella. ¿Cómo lo has hecho?
Creo que en mi caso ha sido al contrario. Mi visión de niña no me duró muchos años, fui mayor antes de tiempo, hasta que me junté con un grupo de monitores de tiempo libre, la agrupación Mástil, y conocí a un grupo de jóvenes maravillosos de los que me dejaron ser parte. Hacían un trabajo increíble, y disfrutaban con él. Y con 15 años me dije: yo quiero ser así.
¿Quién te contaba los cuentos de pequeña?
Realmente nadie… Yo sola me los leía, era (y soy) una fanática de Alicia en el país de las maravillas.
¿Qué historias o momentos recuerdas de entonces?
Recuerdo leerme los cuentos en todas sus formas posibles. En su orden normal, y luego de atrás hacia delante. También los giraba y los leía del revés. Para mí eran un juguete.
¿Cómo nació la historia de Tilo?
Tilo Cocodrilo nació jugando, y no es solo mío si no también de los muchos niños que le han dado forma. Hace cinco años me compré un gran cocodrilo de peluche y cinco personajes pequeños para crear una historia para mis cuentacuentos. Poco a poco, delante de ese público tan exigente, la historia fue cambiando matices hasta convertirse ahora, hace unos meses, en un libro del que estoy muy contenta y muy orgullosa. Tanto el ilustrador John Prieto, como la Editorial Eolas han hecho un trabajo magnífico.
¿Cómo ves la respuesta que ha tenido?
Estoy abrumada y feliz. En tan solo tres meses se ha vendido más de la mitad de la edición. Ha viajado por Gijón, Valladolid, Ponferrada, Granada, Madrid… Y por supuesto León, donde ha tenido la acogida más grande que he visto en mi vida. Nos juntamos más de 300 personas el día de su presentación en el Salón de los Reyes del antiguo Ayuntamiento. Fue un día mágico.
¿Cuáles son las lecturas para adultos que más te inspiran?
Me gusta mucho Jane Austen, aunque ahora mismo consumo más literatura infantil que de adultos. Y me inspiro sobre todo hablando con los peques y pensando en sus dudas y sus preocupaciones, que no son tan distintas de las nuestras.
A la hora de escribir tus libros, ¿sigues algunas pautas, algún método
o te dejas llevar?
Mis cuentos crecen en mi cabeza. Tengo siempre historias dando vueltas. Y antes de escribirlas se las cuento a los niños, son los mejores jueces.
¿Cómo ves el nivel de actividades infantiles que se organizan en la ciudad de León?
Creo que cada día se tienen más en cuenta. Yo colaboro con las Bibliotecas Municipales, que todos los meses hacen tres o cuatro cuentacuentos gratuitos y de calidad. Luego está el Auditorio… el Teatro San Francisco… Es cierto que podría haber más oferta, pero creo que vamos por buen camino.
¿Puedes contarnos algo más sobre las dos obras que verán la luz en marzo?
Estoy muy ilusionada con la ‘Colección Sofía’ de la Editorial La Nube de Papel.
Sofía es una niña maravillosamente normal, que cuenta, de una forma muy natural, situaciones como la adopción, los distintos tipos de familias, el duelo ante el fallecimiento de un ser querido, el divorcio…
En marzo se publicarán los dos primeros: Sofía y las familias de sus amigos y Sofía y su mamá de corazón. Ilustrados con mucha luz por Lucía Belinchón.
Estudias psicología y pasas muchas horas rodeada de niños. Supongo que es una buena forma de estudiar el comportamiento humano. ¿Qué aprendes de ellos?
Los niños me enseñan, constantemente, a vivir. No tienen nostalgia del pasado, no anhelan el futuro. Simplemente viven. Se enfadan igual de rápido que se contentan y se cuestionan cosas que los adultos damos por hecho.
¿Qué libro tienes siempre a mano?
En mi mesita de noche duerme Emma de Jane Austen, un regalo muy especial para mí.
Por último, recomienda tres cuentos infantiles.
¿Qué haces con una idea? de Kobi Yamada, Mamá me grita, de Alberto Sobrino y cualquiera de Hervé Tullet.