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El teatro que se convierte en hogar para las familias cada fin de semana

Niños y niñas en León
27 marzo, 2021

Decía Jean Cocteau que “el mejor público es el de las marionetas”. Espontáneo, despierto, entregado. Hizo hincapié en ello en el mensaje que pronunció con motivo del primer Día Mundial del Teatro, el 27 de marzo de 1962, así que imaginamos que al dramaturgo francés le habría gustado el Teatro San Francisco de León. Porque en este espacio cultural hay mucho público menudo y porque, según cuentan sus responsables, “lo que se respira aquí no pasa en otras salas”. Nos lo dice Eva M. García, encargada de diseñar la programación dirigida al público familiar que ofrecen cada fin de semana. “El público de León es excepcional, las compañías marchan encantadas. Aquí las familias os metéis de lleno, acompañáis en el amplio sentido de la palabra”, comenta.

Quizás sea también porque este pequeño teatro de 270 localidades tiene un algo especial, en este lugar se transmite respeto y mucho amor por lo que sucede en las tablas. Y los niños y las niñas eso lo notan. Aquí se sienten a gusto. Y sí, a veces hay voces, hay movimiento y hay barullo. “Ellos tienen eso que hemos perdido los adultos, no tienen miedo a expresarse”, explica Eva. “Cuando empezamos hace seis años nuestro objetivo era ofrecer una programación complementaria a la que ya tenía la ciudad y dar un trato familiar. Hay peques que han crecido con nosotros y ya te saludan por la calle como saludaba yo al acomodador del Cine Crucero cuando era pequeña”, asegura.

“Cuando estás arriba y oyes las carcajadas o un suspiro y ves las caras de flipados que tienen… dices: tenemos que seguir”. Ellos les dan el oxígeno que por otra parte les van arrebatando las limitaciones, los cierres temporales, el aforo reducido o la incertidumbre. Pero saben que, si siempre ha sido importante la cultura, en estos momentos es fundamental y no quieren dejar a los leoneses sin su parte. Cuando hace un año bajaron el telón obligados por el confinamiento, se metieron en las casas de las familias con la complicidad de las compañías que cedieron sus obras on line. Tampoco les dejaron solos entonces.

Desde la reapertura en octubre, navegan en un mar cambiante marcado por las restricciones y los confinamientos que a veces les obligan a modificar la programación sobre la marcha. Y haciendo encaje de bolillos para cuadrar las cuentas. Con una única ayuda anual del INAEM y la taquilla al 30%, el equilibrio se antoja complicado.

«Es frustrante porque no ves el final y porque, aunque tengamos el aforo reducido, no lo llenamos siempre. Hay que entender que cuando hace bueno la gente quiere disfrutar de la naturaleza después de lo que hemos pasado y que hay muchas situaciones diferentes, personas de riesgo, gente que tiene miedo… .».

Se apoyan en los sacrificios de algunas compañías, en las ayudas a gira que tienen otras y en la ilusión con la que iniciaron este proyecto a finales de 2014 los componentes del Centro Dramático Leonés. Fue entonces cuando arrancó pero en sus cabezas llevaba casi 20 años y lo intentaron llevar a cabo en diferentes lugares, como en el cine Abella, en Santa Nonia o en el Centro Cívico El Crucero. Cuando los Franciscanos les cedieron este teatro, pudieron cumplir su sueño.

Para dotarlo de contenido, Eva -que también es actriz- se mantiene en contacto estrecho con otras salas para intercambiar información sobre nuevos espectáculos y asiste a ferias, como Feten, la Feria Europea de Artes Escénicas para niños y niñas que se celebra en Gijón. “Aquí programamos siempre un poco de todo: circo, danza, teatro, cuentacuentos y algo de música. Y a veces también cosas raras que sabemos que no gustan tanto pero consideramos que es importante que el espectador se eduque en todos los palos”, explica.

Este fin de semana, en concreto, toca circo con Pablo Picallo. No podrán llenarse los teatros en su Día Mundial, pero el teatro seguirá llenando a la gente, como ha hecho siempre. La actriz Hellen Mirren, encargada del mensaje de este año dice en él que «la maravillosa cultura del teatro vivirá mientras habitemos la tierra». ¡Larga vida!