El Bosque de los Cuentos de Almanza crece con nuevos personajes

Dos años después de que los enanitos se instalaran en Almanza, el Bosque de los Cuentos de esta localidad leonesa suma nuevos personajes y sigue apostando por el turismo familiar.  A partir del 18 de noviembre contará también con Caperucita y el Lobo Feroz, con esculturas elaboradas nuevamente por la artesana Sara Macho Vargas. Estas figuras estarán ubicadas desde el sábado por la mañana en la Plaza de los Pueblos de Almanza. En enero ya se colocarán en el Bosque de los Cuentos.

Las figuras se encuentran en un bonito lugar con magníficos robles de hasta cinco metros de circunferencia. Aquí están ubicadas las casas de los enanitos y el resto de personajes de cuento.

Ruta hasta el Bosque de los Cuentos de Almanza

La ruta que nos conduce hasta el bosque en cuestión tiene una extensión de 1 kilómetro de ida, por lo que, si buscáis una ruta extensa, no es este vuestro plan. Tampoco lo es si pretendéis encontrar una ruta teatralizada o un parque temático de Blancanieves. Ahora bien, si os apetece disfrutar de un pequeño paseo entre robles, apto para todas las edades y con elementos que van a llamar mucho la atención de los peques, estáis en el lugar correcto.

El bosque está situado en la carretera entre Almanza y Corcos. Para llegar hasta la ruta hay que dirigrse hacia la zona recreativa El Peñón. Encontraremos un aparcamiento habilitado e indicado con un letrero donde dejaremos el coche para internarnos entre los árboles. La ruta está señalizada.

El terreno es sencillo, simplemente hay que tener algo de cuidado durante la primera mitad con las raíces que salen del suelo y que pueden hacer tropezar a los peques. Había gente que iba, incluso, con sillas de paseo. Durante el camino no hay ninguna figura, simplemente algún cartel que nos indica que vamos en la dirección correcta. El trayecto no tiene pérdida, pues solo hay una bifurcación y en ella hay un letrero que indica que hay que continuar por la derecha.

En la zona encontraremos mesas de picnic con sus bancos y un contenedor para dejar allí la basura. Hay mucho espacio donde extender una manta, aunque está bastante sombrío por lo que, de cara al invierno, el picnic es mejor hacerlo al comienzo de la ruta, donde hay una gran explanada.