Los deberes dejan de ser un problema en Bill y Lula y se convierten en una oportunidad
ExtraescolaresCon el nuevo curso llegan muchas ilusiones, pero también un tema que suele ser motivo de conflicto en los hogares: los deberes.
Conscientes de que para muchas familias el momento de la tarea suponía un problema, en Bill y Lula pusieron en marcha hace unos años un aula de deberes que ha logrado cada curso cumplir sus objetivos: niños y niñas con más autoestima, mejor rendimiento escolar y un ambiente familiar calmado en casas en las que antes solía haber discusiones.
Bill y Lula es un centro dirigido a edades entre 5 y 12 años ubicado en la calle Brianda de Olivera (muy cerca de El Corte Inglés). Durante los periodos no escolares ofrece campamentos y el curso escolar lo centra en su aula de deberes.
La filosofía que mueve este lugar es el ‘slow parenting’, que promueve la necesidad de bajar la velocidad que nos impone muchas veces la sociedad actual. Como no es fácil, ellos tienden su mano para que las familias concilien, reduzcan los choques y disfruten del tiempo juntos. Según lo explica Sandra, su responsable, ella se encarga de quedarse con “la parte más fea” para dejarle lo mejor a las familias.
De esta manera, consiguen dos cosas. Que los peques se sientan a gusto haciendo los deberes sin presiones y que al salir puedan dedicar su tiempo libre a realizar otras actividades en familia que mejoren el vínculo.
Vivir el aprendizaje como una aventura
¿Y cómo lo hacen? Sobre todo, con mucha paciencia y mucho amor. Bill y Lula no es únicamente un espacio donde llegar a hacer los deberes y resolver dudas, sino que es un lugar de confianza y escucha, donde saben que pueden hablar de lo que les preocupa o lo que les apasiona. Así, logran una relación respetuosa que fomenta el trabajo y la cooperación y que permite que vivan el aprendizaje como lo que debería ser, una gran aventura. Los deberes dejan de ser un problema y se convierten en una oportunidad para aprender de otra manera.
Para eso, Sandra se encarga de conocerlos mucho y también a sus familias. El estrecho contacto entre unos y otros es fundamental. Y hay una cosa muy importante aquí: no obsesionarse con el resultado. Les transmiten la importancia del proceso, de saber aprender, de organizarse, de aprender a razonar y de usar estrategias para estudiar y gestionar su tiempo. De esta manera, cuando están solos también son capaces de hacerlo, lo que supone una inyección de autoestima y motivación.
Con el paso de los meses, van ganando seguridad para enfrentarse a las materias, a los exámenes y a cualquier reto que se ponga por delante.
Las razones para recurrir al aula de deberes son muy variadas. La falta de tiempo para sentarse juntos, el sentir que uno no es capaz de explicar determinadas materias, ver que la relación se deteriora, tener otro hermano pequeño en casa sin tantas obligaciones…
Como explica Sandra, muchas veces están cansados de la jornada escolar y cuando llegan a casa, a su refugio, perciben los deberes como algo injusto. Por eso alargan el momento de empezar con múltiples excusas, lo que suele derivar en discusiones. En Bill y Lula, sin embargo, al estar con otros compañeros que van a hacer lo mismo en ese tiempo, les resulta más sencillo centrarse en su tarea y todo fluye. Además, están acompañados por profesionales de la educación que saben cómo sacar lo mejor de cada uno de ellos y disponen de recursos variados para convertir en atractivo el momento de los deberes.
Tres opciones: Slow Homework, One by One y Slow Learning
Los grupos son reducidos para lograr la atención personalizada que cada uno merece. Las sesiones del Slow Homework son de dos horas y pueden acudir desde dos días a la semana hasta cuatro.
Este año han añadido una novedad, el One by one, sesiones de una hora en la que participan como máximo dos alumnos y en las que se aborda una asignatura en concreto, esa que más les cuesta o para la que necesitan un refuerzo. Esta opción se puede elegir para un día o dos a la semana.
Por último, el Slow Learning será este año los viernes. Esto está dedicado para los más peques. Muchos ni siquiera tendrán deberes que hacer pero aquí refuerzan la lectoescritura, el razonamiento matemático o la comprensión lectora para sentar una buena base para los cursos venideros. Son herramientas que van a necesitar durante toda la vida y cuyo dominio será fundamental para un buen rendimiento académico. Trabajarán las competencias básicas para llegar a los siguientes niveles con mayor seguridad. Las sesiones en este caso son de una hora.
Para obtener toda la información sobre los horarios y los precios, podéis contactar con Sandra, de Bill y Lula en:
- Teléfono: 611 476 232
- Mail: hola@billylula.com
- Dirección: Brianda de Olivera, 1.
- También podéis seguir su actividad a través de redes sociales, en Instagram y Facebook.