Campamentos de Bill y Lula, el verano que recordarán siempre
CampamentosYa hace dos años que Sandra y Pablo buscaban un lugar para su hijo en el que el ritmo fuera más lento, en el que pudiera descansar en un ambiente de respeto y que las actividades se realizaran en función de sus intereses. Y ya hace dos años que, como no encontraban nada similar a partir de los cinco años, decidieron montar ellos ese lugar.
Bill y Lula lleva funcionando dos años en León como un espacio para niños y niñas de entre cinco y 12 años que sigue la filosofía del slow parenting para bajar las revoluciones de esta vida rápida que llevamos y en el que los monitores se ponen a la altura de los peques para entenderles y ofrecerles un lugar seguro y amable con sus necesidades.
Un verano más ofrecen a las familias leonesas sus Slow Camps, que parten de la premisa de que “la infancia también requiere de tiempo para descansar y para disfrutar de estos años tan importantes con calma, porque no volverán”. Con este objetivo claro, se centran en la calidad y se olvidan de la velocidad. Trabajan desde un enfoque consciente, respetuoso y positivo y ponen mucho empeño en ofrecer un espacio de respeto en el que los niños se sientan escuchados, cuidados, protegidos y seguros.
Esta es la razón de que cada semana únicamente tengan 15 plazas pues quieren prestar a cada uno de los asistentes la atención que requieren sus necesidades y emociones. Y, seguramente, es también el motivo por el que todos los que han probado Bill y Lula en estos dos años han vuelto. Para Sandra es una satisfacción comprobar que lo que ellos pensaban –que necesitábamos un lugar así en León- era cierto, pues cada vez son más las familias que se acercan a conocerlos.
Sorpresa, ilusión y asombro
Siempre que vamos a escribir sobre sus camps, intentamos tirarles de la lengua. ¿Y qué vais a hacer? Pero, por mucho que lo intentemos, en Bill y Lula se resisten a contarnos las actividades que van a realizar con los peques porque insisten en que una parte importante de su método se basa en la sorpresa, la ilusión y el asombro. Tres emociones que, según explica Sandra, entienden como “fundamentales para la infancia” y les sirven para “despertar su curiosidad”.
Lo que sí podemos contaros es que cada semana trabajan sobre un tema de manera transversal. A veces es un cuento, otras un personaje, puede ser la magia, el espacio… Y en torno a esa temática estructuran el resto de propuestas, siempre con una elevada carga de educación emocional. Si están en el tema del espacio, trabajan la autoestima, la capacidad de esfuerzo, la resiliencia y el trabajo en equipo. Si el asunto va de superhéroes, les sirve para hablar de cómo mantener a raya las emociones o comentar cuáles son sus fortalezas y cuál su criptonita o reflexionar acerca de cómo hacer del mundo un lugar mejor.
En cuanto a las actividades, todas son voluntarias, aunque reconocen que siempre quieren pues se sienten parte de ello. En Bill y Lula lo importante no es el resultado sino el proceso, todo el camino que recorren para llegar hasta el final y por eso no se centran en lo que van a hacer sino en cómo lo están haciendo.
Bill y Lula está ubicado en la calle Brianda de Olivera, muy cerca de El Corte Inglés y sus instalaciones cuentan con numerosos materiales preparados para edades a partir de los cinco años. Cuentos, artículos para manualidades, juegos, microscopios… muchas opciones para saborear el tiempo lentamente. Además, tienen previsto montar de nuevo su mini jardín de verano con ayuda de los peques y, siempre que el tiempo lo permita, saldrán al exterior a disfrutar de actividades al aire libre en alguna de las zonas verdes de la ciudad.
Bill y Lula Slow Camps
11 semanas (26 de junio-7 de septiembre)
De 9 a 14 horas (es el horario del campamento, pero el centro estará abierto desde las 7 hasta las 16 horas).
15 plazas por semana.
Inscripciones
Para inscribir a los peques o recibir más información, podéis llamar al teléfono 611 47 62 32.
También podéis escribirles a hola@billylula.com.
Consultad su página web billylula.com.